Serie "How to Community": Jonas Lindemann, CEO de coapp, habla del lema de su comunidad "More People, More Awesome" (Más gente, más asombroso)

No es de extrañar que Jonas Lindemann tenga una idea clara de cómo construir una comunidad que funcione, porque como cofundador y director general de coapp, se ha dedicado en cuerpo y alma a esta pasión. Menos conocidos para los usuarios de coapp y los lectores de este blog son quizá sus antecedentes: fue Director General y accionista del espacio de coworking Edelstall y cofundó y gestionó el espacio comunitario Hafven.

También ha viajado por todo el mundo y ha trabajado él mismo en numerosos espacios, incluida Australia. En esta entrevista, comparte con nosotros valiosos consejos e ideas extraídos de sus muchos años de experiencia en la creación de comunidades. Siempre se centra en crear espacios valiosos que no solo inviten a la gente a trabajar, sino también a socializar y establecer contactos.

Establo noble en marzo de 2013

Del escepticismo inicial al entusiasmo permanente por las comunidades

Edelstall, el precursor de Hafven, fue un proyecto de estudiantes de diseño que buscaban un espacio para sí mismos y para personas con ideas afines. Jonas, que había estudiado diseño de comunicación, se incorporó en 2011 tras venir de una oficina tradicional en la que a menudo se sentía aislado. Enseguida le impresionó el intercambio abierto de Edelstall: "Tras el escepticismo inicial, enseguida me di cuenta de lo valioso que es recibir comentarios directos y sin filtros", dice Jonas. "Me impresionó mucho el aspecto de apertura". Esta forma completamente nueva de trabajar juntos en aquel momento le motivó tanto que más tarde se hizo cargo de la dirección y amplió aún más el concepto.

Taller comunitario en septiembre de 2012

El centro: la comunidad

Para Jonas, siempre estuvo claro que el mayor valor de un espacio de coworking reside en las personas que lo utilizan. Por tanto, el objetivo de reunir al mayor número posible de personas siempre estuvo en el centro de su atención. "Siempre nos hemos centrado en crear una plataforma para todos, en la que el mayor número posible de personas pueda establecer contactos entre sí", explica. Para lograrlo, el equipo adaptó tanto la estrategia de precios como la de productos. El espacio se hizo más flexible y los abonos más baratos, con lo que el número de socios creció rápidamente.

Además de estos aprendizajes más estratégicos, Jonas también ha aprendido mucho en la práctica, sobre todo de su tiempo como usuario de otros espacios de coworking: en un viaje de un año y medio alrededor del mundo con su novia, trabajó en una gran variedad de constelaciones y adquirió una valiosa experiencia. Le impresionó especialmente un espacio de Sídney que era chic y elegante, pero no ofrecía comunidad. "Allí no llegué a conocer a nadie. Eso me demostró lo importante que es sentirse socialmente integrado", dice.

Poco después, se pasó por Fishburners, en un espacio poco agitado y con menos estilo, e inmediatamente conoció a dos nuevas personas con las que quería quedar para comer. Esta experiencia le llevó a la convicción de que una comunidad no tiene tanto que ver con un diseño elegante como con los encuentros interpersonales. Esta convicción desembocó más tarde en el concepto de Hafven: "Queremos ser tan acogedores que, como nuevo miembro, entres inmediatamente en contacto con al menos dos personas", afirma. Este enfoque en contactos y encuentros valiosos garantiza que los socios se sientan rápidamente como en casa y estén encantados de quedarse, o incluso de atraer a nuevos socios.

"Más gente, más impresionante"

Más gente, más caos: ¿cómo afrontar los retos?

Una de las estrategias clave que persiguieron Jonas y su equipo fue reunir al mayor número de personas posible. Esto llevó al desarrollo de la campaña "More people more awesome", que refleja el núcleo de su filosofía: "Si ese es el valor añadido, intentemos centrarnos sistemáticamente en él". La idea: cuanta más gente forme parte de la comunidad, más diversa y dinámica será. 

Sin embargo, la ampliación a una comunidad más grande no siempre fue fácil, a pesar de los numerosos cambios técnicos y organizativos. Duplicar el número de miembros trajo consigo una serie de retos. Resultaba especialmente difícil mantener una visión de conjunto en operaciones de bajo presupuesto. "Sin la automatización técnica, habríamos estado perdidos", admite Jonas. No obstante, el equipo consiguió no perder de vista las necesidades esenciales de los afiliados y encontrar un equilibrio entre crecimiento y calidad. 

Fiesta en el Edelstall en septiembre de 2014

La clave del éxito: eventos y redes

Otro factor clave del éxito fue la promoción deliberada de la comunidad a través de eventos. "Organizábamos grandes fiestas y siempre creábamos ocasiones en las que la gente podía reunirse", dice Jonas con entusiasmo, señalando la sala que tiene detrás mientras habla: a menudo simplemente recogían todas las mesas, sillas y equipos, conseguían un patrocinador de bebidas como Jägermeister y se ponían a festejar sin armar jaleo. "Después, simplemente ayudábamos a limpiar juntos y quizá teníamos que ventilar la sala un rato", se ríe. Estas experiencias compartidas, a menudo espontáneas e informales, reforzaban el sentimiento de unión y, en su opinión, también garantizaban que la comunidad se mantuviera viva, junto con la rutina diaria de trabajo.

Tres consejos concretos para crear una comunidad

Jonas tiene algunos consejos importantes para cualquiera que quiera crear o mejorar su propia comunidad:

1. misión clara

"Debes saber exactamente por qué estás creando la comunidad y qué quieres conseguir con ella", dice Jonas. Es crucial que los objetivos estén claramente definidos y que todas las actividades se ajusten a ellos". Para él, el objetivo siempre ha sido reunir al mayor número posible de personas y asegurarse de que obtienen un valor añadido de esos encuentros.

2. renunciar a la confianza y al control

"¡Que lo haga la red! A menudo, la comunidad puede lograr más de lo que un gestor individual jamás podría", subraya Jonas. Es importante dejarse llevar y permitir que la dinámica se desarrolle por sí misma". Esta confianza en la autorregulación hay que aprenderla, pero las ventajas son evidentes para él: "La propia red es ilimitada y, por tanto, infinitamente valiosa".

3. automatización y digitalización

A medida que crece una comunidad, es cada vez más importante automatizar los procesos, dice, hablando desde la experiencia. "De lo contrario, estás limitado", explica Jonas. Herramientas como coapp permiten a los gestores de comunidades centrarse en los aspectos realmente importantes, ocuparse de las nuevas conexiones en el espacio y crear un entorno agradable y acogedor. "O simplemente comprar papel higiénico con regularidad", ríe Jonas.

Conclusión: Una comunidad es algo más que una habitación

Para Jonas Lindemann, los espacios de coworking no son sólo lugares de trabajo, sino lugares donde la gente puede reunirse, intercambiar ideas y trabajar junta. Con la combinación adecuada de apertura, confianza y eventos, cualquiera puede crear un lugar en el que las personas no sólo trabajen, sino que también crezcan juntas. Hafven y Edelstall son la prueba viviente de que "More People, More Awesome" no es sólo un lema cool, sino una estrategia real para el éxito, especialmente en el mundo laboral post-pandémico. Al fin y al cabo, una comunidad que funciona no sólo se crea mediante la planificación, sino también mediante la flexibilidad y la apertura mutua.

Más información sobre la creación de comunidades y la autorregulación de redes en una entrevista en profundidad con el Dr. Christian Mencke, de SAP.